— ¿Cómo nace Bumerania?
— Bumerania nace en 2020, en plena pandemia, por una necesidad muy personal: quería crear un robot que ayudara a cuidar de mi padre, de edad avanzada. Aquello que comenzó como un proyecto familiar se transformó en una visión más amplia: usar la robótica para mejorar la calidad de vida de las personas. Así empezamos.
— ¿A qué se dedica Bumerania?
— Nos dedicamos al desarrollo e integración
de robots sociales y de servicio. Creamos soluciones tecnológicas aplicadas a sectores como salud, hostelería y agricultura. Nuestros robots realizan tareas como recepción en hoteles, asistencia a pacientes, guía para personas con baja visión o limpieza autónoma, siempre poniendo la tecnología al servicio del bienestar humano.
— Actualmente, ¿cuál es el proyecto principal de Bumerania?
— Ahora mismo, nuestro enfoque principal está en la robotización de hoteles. Hemos desarrollado sistemas completos que automatizan procesos como el check-in, la atención al cliente, el servicio de habitaciones o la limpieza. También hemos incorporado mesas interactivas para restaurantes. Nuestro objetivo es mejorar la experiencia del huésped sin perder el trato humano.
— ¿En qué año se creó la startup?
— Fundé Bumerania en 2020. Empezamos siendo un equipo pequeño, muy centrado en el ámbito sociosanitario. A día de hoy, hemos crecido y tenemos presencia en distintas ciudades de España, Portugal y México. Poco a poco, fuimos diversificando hacia sectores como turismo, restauración y agroindustria. La evolución ha sido rápida y muy enriquecedora.
— ¿Quiénes forman Bumerania?
— Estoy al frente del proyecto, acompañado de un equipo excepcional formado por ingenieros, desarrolladores, expertos en inteligencia artificial, diseño industrial y atención al cliente. Me gustaría destacar también el papel clave de Anabel, nuestra subdirectora. Apostamos por el talento joven y por alianzas con universidades y empresas tecnológicas. Hemos crecido de forma constante enfrentando cada nuevo reto con pasión.
— ¿Cuáles son los principales clientes de Bumerania?
— Trabajamos con clientes que buscan soluciones innovadoras. Uno de los más destacados es un Hotel Climia automatizado donde integramos varios robots en áreas clave, así como la cadena Eurostart y Magic Costa. También colaboramos con la Fundación ONCE en un robot guía para personas con baja visión, con cadenas de restauración a través de mesas interactivas, hospitales con soluciones autónomas y empresas agrícolas en automatización sostenible.
— Próximos pasos, expansión de Bumerania.
— Estamos dando un paso muy importante con la apertura de nuestra primera planta de ensamblaje en Puebla, México. Este centro no solo fabricará robots, también incluirá una aceleradora tecnológica y una hidrogenera, apostando por la sostenibilidad. Además, seguimos desarrollando nuevas soluciones con inteligencia artificial y energía limpia para distintos sectores.
— ¿Desde cuándo están instalados en el Parque Científico y Tecnológico de Tenerife? ¿Qué les aporta?
— Nos instalamos en 2025 porque creemos en el potencial de Canarias como polo de innovación. El Parque Científico y Tecnológico de Tenerife nos ofrece un entorno ideal para el desarrollo tecnológico, el intercambio de conocimiento y la conexión con otras iniciativas. Nos ha permitido acelerar proyectos y reforzar nuestra presencia nacional.
— Para seguir creciendo, ¿qué apoyo necesitan de las administraciones, qué les pedirían?
— Desde mi experiencia, es fundamental que las administraciones apuesten de forma decidida por la robótica. Necesitamos incentivos para la I+D, ayudas específicas para el sector y espacios donde podamos probar
nuestras soluciones. También es importante agilizar trámites para la contratación de talento internacional o la importación de componentes. La robótica no solo genera empleo, también impulsa un modelo económico más avanzado y sostenible.

ISIDRO FERNÁNDEZ ORTUÑO CEO de Bumerania Robotics